El día estaba con sol, pero igual tenía frío, mis manos azules se negaban a calentarse con el fuego de la estufa, que como cosa extraña, estaba encendida a las 10:00 de la mañana. había un aura de tranquilidad, esa que se disfruta cuando eras niño y te inventabas una excusa para no ir a la escuela o postergaban una prueba para la que no habías estudiado. El sol caía por el ventanal y lo iluminaba todo al interior de la casa. así comienza un buen día.
4 comentarios:
Como el agua fresca este post amigo Claudio. Tus palabras complementan la imagen, y el sosiego se apodera de los que la vemos y al mismo tiempo te leemos. Gran abrazo amigo y qué bueno saberte de nuevo por aqui!
Me encantaria sentirme así en este momento..
un abrazo
Oswaldo, que bueno es saber de tí, siempre es bueno tenerte cerca y de paso un saludo a la hija de Zeus gracias por pasar
No hay mejores días que aquellos en que se abren los ojos sintiendo la luz tenue del sol de la mañana. Pero me gusta más aún cuando despierto disfrutando del simple hecho de abrir los ojos, porque la mayoría de los días lo primero que hago al abrir los ojos es apagar el despertador y recordar lo que tengo que hacer en el día.
Por eso sé lo valioso que es empezar el día como lo describes tu.
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