sábado, noviembre 19, 2005

En la micro


Venía en la micro, pasillo izquierdo con vista a la ventana, venía algo atontado con el resfrió que tengo, tarde dos semanas en recuperarme y una en recaer. Bajé aprisa y caminé por la misma calle que utilizo siempre para llegar al paseo peatonal. Estaba en eso cuando imaginé lo que haría, iría al Game Center, entraría a buscar unas caras conocidas y saldría en menos de tres minutos, fumaría un cigarro en la plaza, tomaría la micro a casa, dormiría para seguir con la tediosa rutina del día a día. Para romperla saque de mi bolso mi cuaderno y me puse a escribir, sentado en la cúpula, escuchando a una pareja de adolescentes tocar la guitarra. ¡OH, un caballero cae! Tres personas se apresuran a levantarlo, se quedan un rato con él y siguen su rumbo, creo que me mira, pero yo sigo escribiendo, trato de verlo sin que nuestras miradas se crucen, su caminar es tan irregular que podría caer nuevamente en cualquier momento, ¿si vuelve a caer lo levantaran nuevamente? Esta justo frente a mí, le pregunto si quiere bajar, pero contesta suavemente que no y agradece el gesto. Oscurece, no tengo intención de volver a casa, de fondo siguen sonando los prisioneros. No tengo ningún panorama en mente, si invento alguno será con tabaco y alcohol. Me fastidio la vocalita, viro de aquí. Sentado bajo el monumento a O'Higgins, me dispongo a fumar, mierda de
vida la mía... aunque sé hay peores.