lunes, marzo 28, 2005

Le podría pasar a cualquiera

Esta es otra anécdota que llego a mis oídos de una persona a la cual no quiero mencionar, por que si bien lo que relataré es un hecho gracioso también tiene su cuota de dramatismo.
Estábamos mi amigo, yo y otras personas de confianza compartiendo en el gimnasio durante la hora de almuerzo, conversando sobre la vida, nuestro presente pasado y futuro, llegando a la conclusión de que el tiempo pasado siempre fue el mejor , esto por que los días de niñez son los mas bellos en la vida de las personas, esto hasta escuchar la historia de mi amigo, de la que no se enteró sino hace poco.
Estaba él en su casa, escuchando música en su pieza como de costumbre, estaba en esto hasta que lo interrumpe el sonido del timbre, se levanta de la cama, baja las escaleras, abre la puerta y se encuentra con un par de policías de investigaciones, los cuales tras identificarse piden hablar con... Mi amigo, evidentemente sorprendido, dice ser a quien buscan, a la vez que trata de recordar que cosa había hecho para tener en su casa a visitas de tan grueso calibre. La pareja de oficiales se mira a los ojos y después de darle una mirada de pies a cabeza a mi amigo le piden con sutileza hablar con su madre, la cual precisamente venía saliendo de la cocina secando un plato. Luego de que un oficial le susurrase a mí tía unas palabras al oído esta le pide a ... que subiera a su habitación.
Después de largos 15 minutos y de que los oficiales se fueran la Sra. Madre le comunica a su hijo, con cara de preocupación el por qué de la visita, la cual era que detuvieron hace tres días atrás al ayudante del conductor de transporte escolar con el que viajaba cuando era pequeño, bajo el cargo de abusos deshonestos y que este había dado su nombre durante los interrogatorios. Bueno, como podrán imaginar una noticia así descoloca a cualquiera, sobre todo cuando te vienes a enterar ya de grandecito. Mi otro amigo le pregunto si se acordaba de algo, a lo que respondió encogiéndose de hombros, yo le dije que le preguntara a la suerte lanzando una moneda y así lo hizo. El primer intento fue desfavorable, a lo que le dije que para ser valido tienen que ser dos de tres, el segundo lanzamiento cayo en 90º en relación al suelo apoyándose la moneda en la pared por lo que decidió lanzar la moneda solo y en su pieza.

2 comentarios:

solunojo dijo...

bien

Anónimo dijo...

Mntiroso eso salio en el the clinic